En ocasiones, no queda más remedio que acudir a la rama del ordenamiento jurídico más severa para afrontar un determinado conflicto: el Derecho penal. Vivimos en una sociedad llena de riesgos y todos podemos convertirnos en víctimas o agresores.
Conductas como una imprudencia profesional, conducir sin el carnet o con exceso de velocidad, enviar una fotografía por whatsapp sin el permiso de la persona que aparece en ella e, incluso, algo tan trivial como copiar una obra artística sin poseer el original, pueden dar lugar a conductas consideradas delictivas y ser objeto de castigo penal.
El Derecho penal es la rama del ordenamiento jurídico que define los delitos, los estados peligrosos y les asigna una serie de consecuencias jurídicas.
Los castigos más conocidos son las denominadas penas, pero también existen las medidas de seguridad, las consecuencias accesorias como el decomiso de los instrumentos del delito y la responsabilidad civil a modo de indemnización por los daños y perjuicios, morales y materiales, derivados de un delito.
Como parte del Derecho público, el Código penal es la principal herramienta que tiene el Estado para proteger sus derechos y libertades como ciudadano.
Por ello, también es la rama del Derecho que más garantías necesita: toda acusación por un delito debe ser probada en un proceso penal que respete las garantías del imputado y ofrezca una posible satisfacción a las víctimas.
Tanto si ha sido víctima de un delito y desea interponer denuncia o querella o se ha visto perjudicado por el mismo y desea reclamar, como si ha sido acusado por la comisión de una conducta presuntamente delictiva o le han detenido, necesitará de la representación de un buen abogado.
En abogados Cosiales contamos con el asesoramiento de expertos penalistas, victimólogos, criminalistas y criminólogos para darle el servicio más completo y personalizado.
El Derecho penal es la última rama del ordenamiento a la que debe acudirse para solucionar los conflictos más graves de las personas físicas y jurídicas; por ello, nuestra labor letrada garantizará su derecho a la defensa y a una justa satisfacción con igual contundencia.